Hoteles en Mérida, Badajoz

El Templo de Diana, en Mérida, es un templo romano que se construyó en el siglo I, en la antigua Augusta Emerita.

Está declarado Patrimonio de la Humanidad como parte del Conjunto Arqueológico de Mérida.

Es considerado uno de los templos romanos mejor conservados, y cuando lo veas, te darás cuenta de que están en lo cierto. Al estar frente a él, podrás imaginar la grandeza de Mérida durante la época del emperador Augusto.

Uno de los motivos por los que se conserva tan bien es que su estructura sirvió para construir el Palacio renacentista de los Corbos, en el siglo XVI. Hoy en día puedes ver también restos de este palacio.

El Acueducto de los Milagros, en Mérida, es una estructura romana que traía agua a la ciudad desde el embalse de Proserpina.

Su nombre se debe a la gran admiración por el buen estado de conservación, tanto de lugareños como de visitantes.

Verás más de 800 metros de acueducto. Arcos de granito y ladrillo que, en algunas zonas, pueden llegar a alcanzar hasta 26 metros de altura.

Está situado en un espacio abierto, que lo hace el sitio perfecto para dar un paseo al aire libre, disfrutando de la naturaleza. Además encontrarás multitud de personas haciendo deporte y zonas de juego para los niños.

El Arco de Trajano de Mérida tiene como curiosidad que no tiene nada que ver con el famoso emperador.

Forma parte del Conjunto arqueológico de Mérida, Patrimonio de la Humanidad.

Tiene una altura de 15 metros, construida con gratino y revestida en su momento con mármol, que hoy ya no podemos ver. Se dice que fue la entrada a un templo sagrado y se construyó en la primera mitad del siglo I.

Está situado muy cerca de la Plaza de la Constitución, por lo que es visita obligada si estás en Mérida.

El Puente Romano de Mérida es uno de los más largos de la antigüedad.

Era muy importante para el comercio de la zona y su ubicación era estratégica para las guerras que tuvieron lugar en la parte occidental de la península.

En lo que a arquitectura se refiere, está construido de hormigón forrado de sillares de granito.

Mide unos ochocientos metros de largo, donde verás repartidos sesenta arcos de medio punto.

En su origen, eran dos puentes unidos por una isla, que dividía en dos el cauce del Guadiana. En el siglo XVII fue reconstruido, se añadieron arcos en el centro y pusieron dos descendederos que permiten que podamos bajar a la Isla.

La Basílica de Santa Eulalia en Mérida, se construyó en honor a la patrona de la ciudad, la mártir Santa Eulalia.

Junto con el resto del Conjunto Arqueológico de Mérida, es Patrimonio de la Humanidad. Se construyó en el siglo IV, aunque fue reconstruida en el XIII.

Es la única construcción medieval de Mérida. Su estilo es románico con influencias de gótico.

Delante de la basílica encontrarás el hornito de Santa Eulalia. Recibe su nombre porque es donde la santa fue quemada viva a los 13 años por enfrentarse al emperador Diocleciano, que persiguió a los cristianos entre los años 303 y 305.

La Alcazaba de Mérida es la más antigua de la Península.

Esta gran fortaleza fue construida por Abd Allah, por orden del emir omeya Albderramán II en el 835.

La alcazaba tenía diferentes objetivos: ser sede para la administración de los omeyas y ser residencia del gobernador local.

Verás que todo el recinto está rodeado por un gran foso, menos la parte que da al río Guadiana. La muralla tiene un total de 25 torres, de las cuales algunas fueron ya construidas con posterioridad, por la Orden de Santiago.

En su interior, te recomendamos dar un paseo por el patio y admirar los restos arqueológicos de la época romana. Destaca su aljibe, único en la arqueología peninsular.

El Puente Lusitania de Mérida es obra del arquitecto Santiago Calatrava.

Fue inaugurado en 1991 y une las dos Méridas: el casco antiguo con la zona más nueva de la ciudad.

Se trata de plataformas de hormigón unidas por tensones de acero a un gran arco.

Por él pasan dos carriles, uno en cada sentido. Y una de las peculiaridades es que en el centro hay una vía para peatones más ancha, y elevada un metro y medio por encima del tráfico.

El Monumento a las Siete Sillas es uno de los puntos curiosos que ver en Mérida.

Antes de la excavación del Teatro Romano, las Siete Sillas era como se llamaba a lo poco que se veía desde la superficie. Sobresalían algunos centímetros de las columnas más altas, y los habitantes de Mérida decían que se trataba de las sillas de siete reyes moros.

El escultor Rufino Mesa usó este nombre para este monumento. Siete monolitos de granito, donde podemos ver libros de bronce. que representa el deseo de conocer y saber del siglo XX que llevó a la ciudad de Mérida a descubrir el Teatro Romano. 

El Puente de Hierro del Ferrocarril en Mérida, fue inaugurado en 1883. Se construyó para la línea ferroviaria Mérida - Sevilla.

Fue la primera obra arquitectónica de hierro en la ciudad de Mérida y es uno de los puentes urbanos más largos de España.

Está situado en una zona que se llama parque de la Isla, merece la pena que vayas a dar un paseo por los alrededores y admires la construcción.