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Encuentra aquí tu alojamiento preferido entre los hoteles en Palencia que te mostramos. Situada en la llanura de la Tierra de Campos, a orillas del río Carrión, es una de las ciudades menos turísticas del país. Por lo que es ideal para hacer una escapada de una noche o fin de semana. Podrás recorrer sus calles y conocer lo más destacable en un par de días.
Si ya tienes reservado uno de los hoteles en Palencia, ahora te proponemos los lugares que puedes ver en tu visita a la ciudad.
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La Catedral de San Antolín en Palencia es uno de los templos góticos más majestuosos y, a la vez, menos conocidos de España, lo que le ha valido el sobrenombre de “La Bella Desconocida”.
Su construcción comenzó en el siglo XIV sobre restos de templos anteriores, y hoy se alza como un símbolo indiscutible de la ciudad. Su exterior sobrio contrasta con un interior impresionante, repleto de detalles artísticos e históricos que narran siglos de fe y poder.
Al recorrer la Catedral de San Antolín, el visitante se encuentra con un conjunto monumental único: bóvedas altísimas, capillas laterales llenas de obras maestras, vidrieras policromadas y un coro tallado de una belleza extraordinaria.
Uno de sus tesoros más notables es la Cripta de San Antolín, de origen visigodo, que se conserva en perfecto estado y añade un aire místico al conjunto. Además, su museo catedralicio alberga piezas de gran valor artístico y religioso.
Más que un edificio, la Catedral de San Antolín es una lección viva de historia y arte. Su grandeza silenciosa sorprende a quienes la descubren por primera vez, convirtiéndose en una parada imprescindible para comprender el alma de Palencia y su legado monumental.
A orillas del río Carrión se levanta la Iglesia de San Miguel en Palencia, un templo inconfundible por la silueta de su torre almenada que, más que a una iglesia, recuerda a una fortaleza medieval.
Su figura elegante y poderosa ha acompañado durante siglos el paisaje urbano de la ciudad, convirtiéndose en uno de sus emblemas más reconocibles.
Construida entre los siglos XII y XIII, la Iglesia de San Miguel combina elementos románicos y góticos con gran armonía. Su interior, amplio y sobrio, conserva bellos arcos apuntados, retablos de gran valor artístico y bóvedas que evocan la espiritualidad de la época.
La torre, concebida también con fines defensivos, refuerza el carácter único de este edificio, que ha resistido el paso de los siglos sin perder su fuerza.
Además de su interés arquitectónico, la Iglesia de San Miguel está envuelta en leyendas que enriquecen su historia.
Cada piedra parece guardar un fragmento de la memoria de Palencia, convirtiendo este rincón en un lugar que invita a detenerse, contemplar y dejarse llevar por el encanto de la ciudad.
El Puente Mayor en Palencia es uno de los elementos más característicos del paisaje urbano de la ciudad y una pieza clave de su historia. Cruza el río Carrión con elegancia y solidez, uniendo ambas orillas desde hace siglos y convirtiéndose en un punto de paso imprescindible para vecinos y viajeros.
Su origen se remonta a la Edad Media, aunque ha sido restaurado en distintas épocas para conservar su estructura y su funcionalidad.
Caminar por el Puente Mayor es recorrer parte de la memoria palentina. Sus arcos de piedra, perfectamente alineados, reflejan el ingenio de la ingeniería de su tiempo. A lo largo de los años, ha soportado crecidas, transportado mercancías, visto procesiones y acompañado el desarrollo de la ciudad. Desde él se obtienen además vistas muy bonitas del río y de algunos de los edificios más emblemáticos de Palencia.
Más que un simple paso sobre el agua, el Puente Mayor es un símbolo de conexión entre pasado y presente. Su silueta forma parte de la identidad de la ciudad, recordando a cada visitante que Palencia ha crecido siempre a orillas del Carrión y en armonía con su historia.
En el corazón de la ciudad late con fuerza la Plaza Mayor de Palencia, un espacio lleno de vida que concentra historia, arquitectura y ambiente local.
Esta plaza porticada, de estilo neoclásico, se construyó en el siglo XVII y desde entonces ha sido escenario de mercados, celebraciones, actos cívicos y encuentros cotidianos. Su trazado amplio y armonioso la convierte en uno de los rincones más agradables para comenzar a descubrir la ciudad.
Al recorrer la Plaza Mayor de Palencia, llaman la atención sus edificios con soportales, perfectamente alineados, que protegen del sol y la lluvia y crean un entorno acogedor.
En el centro se alza una estatua dedicada a Alonso Berruguete, escultor renacentista nacido en la provincia, que aporta un toque artístico al conjunto. Alrededor se concentran cafeterías, terrazas y comercios, lo que hace que el lugar esté lleno de actividad a cualquier hora del día.
Además de su belleza arquitectónica, la Plaza Mayor de Palencia es un símbolo de identidad para los palentinos. Es el punto de encuentro por excelencia, donde se mezclan historia y vida cotidiana, y donde se percibe con claridad la esencia cercana y acogedora de la ciudad.
En pleno centro de la ciudad, el Parque del Salón de Isabel II en Palencia se presenta como un espacio verde lleno de encanto y vida. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando fue concebido como un paseo elegante para la burguesía local, y hoy es uno de los lugares más queridos tanto por vecinos como por visitantes.
Su trazado cuidado, su vegetación frondosa y su ambiente tranquilo lo convierten en un punto de referencia para disfrutar de un paseo relajado.
Al recorrer el Parque del Salón de Isabel II, destacan sus amplias avenidas arboladas, las fuentes ornamentales y los bancos estratégicamente situados para disfrutar del entorno.
A lo largo del año, este parque se llena de actividad: ferias, conciertos, mercadillos y eventos culturales encuentran aquí un escenario perfecto. La presencia de esculturas y detalles decorativos añade un aire señorial que recuerda su pasado histórico.
Más que un simple espacio verde, el Parque del Salón de Isabel II es el auténtico pulmón urbano de Palencia. Un lugar donde se mezcla la calma de la naturaleza con la vitalidad de la ciudad, ideal para pasear, descansar o simplemente dejarse envolver por su atmósfera acogedora.
El Parque Isla Dos Aguas en Palencia es uno de los espacios naturales más agradables y populares de la ciudad.
Situado junto al río Carrión, este amplio parque debe su nombre a su ubicación entre dos brazos fluviales, lo que le da un encanto especial y un ambiente fresco y tranquilo. Es un lugar perfecto para pasear, descansar o disfrutar de actividades al aire libre, muy frecuentado por palentinos y visitantes durante todo el año.
Al adentrarse en el Parque Isla Dos Aguas, se descubre un paisaje cuidado, con senderos sombreados, amplias zonas verdes y rincones ideales para relajarse.
Entre sus atractivos destacan los estanques, las áreas de juego, los puentes que cruzan el agua y los espacios deportivos que invitan a moverse en un entorno natural. Su diseño combina armonía paisajística con funcionalidad, creando un entorno perfecto para pasar un buen rato en familia o en pareja.
Más allá de su belleza, el Parque Isla Dos Aguas representa un verdadero pulmón verde para Palencia. Su tranquilidad, sus vistas al río y su ambiente cercano hacen de este rincón un lugar imprescindible para quienes desean disfrutar de la naturaleza sin salir del corazón de la ciudad.
El Museo Diocesano de Palencia se ubica en el antiguo Palacio Episcopal y es uno de los principales referentes del arte sacro en Castilla y León.
Inaugurado en 1973, el museo alberga una valiosa colección de piezas religiosas que abarcan desde la época medieval hasta el barroco, permitiendo a los visitantes conocer la rica historia y tradición artística de la diócesis de Palencia.
Entre los tesoros que se exponen en el Museo Diocesano de Palencia destacan las esculturas, tallas de madera y retablos, muchos de los cuales fueron creados por grandes maestros del arte castellano. Figuras como Alejo de Vahía y Pedro Berruguete tienen representación en el museo, con obras que muestran el esplendor del arte gótico y renacentista.
También cuenta con una impresionante colección de orfebrería, textiles litúrgicos y manuscritos antiguos, que permiten comprender el contexto religioso y cultural de la región.
Una de las joyas más destacadas es el Cristo del Otero, una escultura de gran belleza que data del siglo XIII y es uno de los símbolos de la ciudad.
El Museo Diocesano de Palencia ofrece una experiencia cultural profunda, combinando el arte sacro con la historia local.
En una de las zonas más emblemáticas de la ciudad se alza el Convento de San Pablo en Palencia, un edificio cargado de historia y uno de los grandes referentes del patrimonio religioso local.
Fundado en el siglo XIII, perteneció a la orden dominica y desempeñó un papel muy importante tanto en la vida espiritual como en la actividad social y cultural de la ciudad durante siglos.
El Convento de San Pablo destaca por su magnífica fachada gótica, con un gran rosetón central y detalles escultóricos que revelan la maestría de la época. Su interior conserva elementos originales, como la nave principal y parte del claustro, que transmiten una sensación de sobriedad y grandeza al mismo tiempo.
A lo largo de su historia, el edificio ha sido testigo de importantes acontecimientos religiosos y civiles, manteniendo siempre su carácter monumental.
Más allá de su valor arquitectónico, el Convento de San Pablo es un lugar que habla de tradición, fe y memoria. Su presencia en pleno corazón de Palencia recuerda la relevancia que tuvo este conjunto conventual en la formación de la ciudad y lo convierte en una parada imprescindible para quienes desean descubrir su legado histórico.
La Villa Romana La Olmeda, situada en Pedrosa de la Vega, en la provincia de Palencia, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de España.
Descubierta en el año 1968, esta villa de finales del siglo IV ofrece una visión fascinante de la vida en la Hispania romana.
La villa perteneció a una familia aristocrática romana y es famosa por sus impresionantes mosaicos, que se encuentran entre los mejor conservados de Europa.
El conjunto arquitectónico de la Villa Romana La Olmeda incluye una gran mansión de planta cuadrada, con más de 1.400 metros cuadrados de mosaicos que decoran los suelos de diferentes salas.
Uno de los más destacados es el mosaico de la "sala del oecus", que representa escenas mitológicas y geométricas con un detalle sorprendente. Además de los mosaicos, la villa contaba con termas privadas y áreas de almacenamiento.
El yacimiento donde se encuentra la Villa Romana La Olmeda cuenta con un moderno museo que protege y expone los restos de la villa, permitiendo a los visitantes recorrer sus estancias y descubrir cómo era la vida de la élite romana en la época.
En lo alto de una colina cubierta de pinos se extiende el Monte El Viejo en Palencia, un espacio natural que forma parte esencial de la identidad de la ciudad.
Situado a apenas seis kilómetros del centro urbano, este paraje combina naturaleza, historia y tradición, siendo desde hace generaciones uno de los lugares favoritos de los palentinos para disfrutar del aire libre.
Explorar el Monte El Viejo significa recorrer senderos rodeados de vegetación, descubrir miradores con vistas espectaculares y respirar tranquilidad.
Este monte cuenta con zonas habilitadas para el descanso, merenderos, rutas para caminar o hacer deporte, e incluso un pequeño parque faunístico donde es posible observar ciervos en semilibertad. Su entorno, dominado por pinares, ofrece sombra y frescura, lo que lo convierte en un refugio perfecto en los días de verano.
Pero el encanto del Monte El Viejo va más allá de su belleza natural: también es un espacio cargado de significado para los habitantes de Palencia, escenario de excursiones escolares, paseos familiares y celebraciones populares. Es, sin duda, un lugar que combina paisaje y memoria, y que invita a detenerse, disfrutar y sentirse parte del entorno.
Es una ciudad pequeña, no te pierdes en Palencia. En cuanto a sus monumentos a destacar la catedral de Palencia que está restaurada. Buen ambiente
Es una pequeña ciudad en la que no te pierdes, se puede visitar la catedral, y a destacar la calle mayor con muchas tiendas que le dan vida a la calle. He tenido ocasión de tratar con la gente de la ciudad y son muy buena gente, amables y simpáticos.
Ciudad asequible, con mucha oferta cultural, al menos en las fiestas de agosto. Bien situada como punto de partida para otras excursiones
Es una ciudad pequeña y cómoda. Se ve muy limpia y tranquila. Levemente alejada de otras ciudades “grandes”
Hemos estado dos noches de paso haciendo ruta. Una ciudad pequeña pero muy limpia. Nos ha sorprendido gratamente.
Me ha gustado es una pequeña ciudad que puedes visitar en un dia, pero al mismo tiempo tiene de todo, espacios verdes, vida social, gente muy agradable buen tiempo etc.
Nos ha sorprendido gratamente. Su cultura, sus iglesias, su catedral , sus paseos a lo largo del rìo Carrion, sus calles ,sus edificios ...
Una ciudad muy tranquila y bonita. Mucho que ver tanto en la capital como en los alrededores.
Nos ha gustado en general, está limpia y los palentinos amables, tiene muchas cosas que ver. Era Semana Santa y la restauración un poco alta.
Palencia es una ciudad pequeña pero con muchas cosas que ver y visitar que desconocíamos ya que no es muy turística
Ruta del románico, catedral, canal de Castilla (navegable), ruta en bici por antiguas vías férreas, gastronomía espectacular, buen vino y cordero asado, parque de actividades deportivas en la capital,etc.
Aquí encontrarás comentarios reales de clientes sobre los hoteles donde se han alojado en sus viajes ¡inspírate!
La habitación estaba bien, cama cómoda y sobre todo la amabilidad de la señora de recepción.
Un poco corto de amenities, y algo complicado el mando de la TV.
Hotel muy limpio, la atención muy buena. Perfecto
Calidad precio muy bien. Muy céntrico, buena situación.
Nada
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Palencia una sorpresa muy agradable, tanto la zona monumental, como los espacios verdes. Intentaremos volver.