El tiempo en Ciudad Real
Datos históricos en Septiembre
Regístrate y disfruta de todas las ventajas
Ahorra reservando en Quehoteles, regístrate y haz tus reservas logueado para conseguir los mejores precios.
Cada vez que reserves con tu usuario registrado en la web acumularás saldo para canjear en próximas reservas.
Tienes cancelación flexible en más del 90 % de nuestros hoteles.
En uno de los accesos más emblemáticos de Ciudad Real se alza un monumento que conecta la ciudad con su pasado medieval: la Puerta de Toledo.
Esta construcción, robusta y elegante, ha sido testigo del paso del tiempo desde el siglo XIII, cuando formaba parte de las antiguas murallas que protegían la villa.
Al contemplar la Puerta de Toledo, sorprenden sus arcos apuntados, sus detalles heráldicos y la sensación de fortaleza que aún transmite. Es fácil imaginar carruajes atravesando su paso, soldados montando guardia o comerciantes entrando con sus mercancías.
Hoy, sin embargo, es el punto de partida ideal para pasear entre historia, jardines y espacios amplios.
La Puerta de Toledo no solo representa uno de los vestigios mejor conservados del antiguo recinto amurallado, sino también un orgullo para la ciudad.
De día, luce majestuosa bajo el cielo manchego; de noche, su iluminación resalta cada piedra con una atmósfera especial.
Un lugar donde detenerse, respirar historia y entender por qué Ciudad Real guarda en sus rincones la huella de siglos que aún se sienten muy presentes.
En pleno centro histórico se alza una de las joyas más representativas de Ciudad Real: la Catedral de Santa María del Prado.
Su fachada sobria y elegante es solo el anticipo de un interior amplio, luminoso y lleno de detalles artísticos que hablan de siglos de historia y fe.
La Catedral de Santa María del Prado destaca por su mezcla de estilos, resultado de ampliaciones y reformas a lo largo del tiempo. Desde sus orígenes góticos hasta elementos renacentistas y barrocos, todo en ella respira armonía y profundidad.
Su retablo mayor, sus capillas laterales y sus bóvedas elevadas crean un ambiente recogido y solemne, ideal para una pausa tranquila en medio del bullicio urbano.
Además de su valor artístico, la Catedral de Santa María del Prado es un punto de referencia emocional para los vecinos de la ciudad. Escenario de celebraciones, conciertos y momentos especiales, ha sido testigo silencioso de generaciones que han pasado por sus puertas.
Quienes se detienen ante su fachada o cruzan su umbral descubren un espacio que trasciende lo arquitectónico y conecta directamente con el alma de Ciudad Real.
En lo alto de un cerro, donde el silencio domina el paisaje y la llanura se despliega a los pies, se levanta la Ermita de Alarcos. Este pequeño templo blanco, cargado de simbolismo, se asienta sobre el antiguo asentamiento medieval de Alarcos, creando un contraste entre la espiritualidad del presente y las huellas del pasado.
La Ermita de Alarcos es sencilla en su forma, pero poderosa en su presencia. Cada año se convierte en punto de encuentro durante la tradicional romería, aunque fuera de esas fechas ofrece un entorno ideal para la contemplación y el recogimiento.
Su entorno natural y arqueológico lo convierten en uno de los espacios más especiales de Ciudad Real. Desde sus alrededores se contempla un horizonte despejado, campos abiertos y el río Guadiana serpenteando a lo lejos.
La Ermita de Alarcos se integra de forma natural en ese paisaje, como un faro blanco en medio del monte. Un rincón perfecto para desconectar del ritmo urbano y conectar con la historia, la naturaleza y las tradiciones que siguen vivas en el corazón de La Mancha.
Paseando por el centro de la ciudad, uno se topa con una de las fachadas más elegantes de todo el casco urbano. El Antiguo Casino de Ciudad Real, con su arquitectura modernista y aire distinguido, sigue siendo uno de los edificios más admirados por locales y visitantes.
Sus balcones de hierro forjado, los grandes ventanales y su cuidada simetría invitan a detenerse y observar cada detalle.
Aunque ya no cumple su función original como punto de encuentro social de la alta burguesía, el Antiguo Casino de Ciudad Real ha sabido reinventarse. Hoy en día, alberga exposiciones, conferencias y actos culturales que llenan de vida sus salones restaurados, donde aún se respira el ambiente refinado de otros tiempos.
Entrar en su interior es dejarse envolver por techos altos, lámparas colgantes y suelos de mosaico que parecen contar historias de tertulias, bailes y celebraciones.
El Antiguo Casino de Ciudad Real no solo es un ejemplo de buen gusto arquitectónico, sino también un espacio vivo que sigue conectado con la ciudad a través de la cultura.
Un lugar que demuestra cómo el pasado puede seguir siendo protagonista en el presente sin perder su esencia.
A las afueras del bullicio del centro, rodeado de jardines y tranquilidad, se encuentra un rincón que conecta con la esencia literaria de La Mancha: el Museo del Quijote.
Su arquitectura moderna contrasta con el espíritu clásico que habita en su interior, donde cada sala rinde homenaje a uno de los personajes más universales de la literatura.
El Museo del Quijote ofrece una experiencia envolvente a través de ilustraciones, maquetas, objetos antiguos y escenas teatralizadas que permiten adentrarse en el mundo de don Quijote y Sancho.
Las salas están diseñadas con una narrativa que guía al visitante desde los orígenes del personaje hasta su impacto en la cultura actual, todo ello con un enfoque visual, interactivo y cercano.
Además de su exposición permanente, el Museo del Quijote también alberga una importante biblioteca cervantina y espacios para actividades culturales, lo que lo convierte en un punto de encuentro entre tradición y actualidad.
Una parada imprescindible para quienes buscan entender por qué La Mancha no solo es tierra de molinos, sino también de gigantes que siguen inspirando imaginación, arte y orgullo regional.
Pocos lugares combinan tan bien historia, naturaleza y vida cotidiana como el Parque Gasset, uno de los espacios más emblemáticos de Ciudad Real.
Con sus caminos arbolados, fuentes decorativas y zonas amplias para el descanso, este parque ofrece un respiro en medio de la ciudad y conecta directamente con el ritmo tranquilo de quienes lo recorren cada día.
El Parque Gasset cuenta con zonas ajardinadas muy cuidadas, áreas de juegos infantiles, esculturas repartidas entre la vegetación y rincones perfectos para la lectura, la fotografía o el simple placer de desconectar.
A lo largo del año, sus paseos se llenan de vida con actividades culturales, mercadillos o eventos al aire libre que lo convierten en un lugar dinámico y lleno de posibilidades.
Uno de sus mayores encantos es su ambiente. Desde personas mayores que caminan a paso lento hasta familias con niños, deportistas o estudiantes leyendo bajo la sombra, todos encuentran su espacio.
Además, su cercanía al centro lo convierte en una parada habitual para quienes quieren cambiar asfalto por césped, aunque sea por unos minutos. El Parque Gasset no solo es un pulmón natural, es también un punto de encuentro y un símbolo de la vida diaria de Ciudad Real.
Entre soportales, edificios históricos y el bullicio de la Plaza Mayor, destaca una figura que parece observar el paso del tiempo con serenidad: la Estatua de Alfonso X El Sabio.
Esta escultura rinde homenaje al monarca que fundó Ciudad Real en el siglo XIII y cuya huella permanece profundamente ligada al carácter de la ciudad.
La Estatua de Alfonso X El Sabio representa al rey sentado, con gesto reflexivo y vestido con túnica real, sosteniendo un libro que simboliza su legado cultural.
Rodeada de bancos y jardines urbanos, se ha convertido en punto de encuentro habitual y en uno de los elementos más reconocibles del centro. Más que una simple escultura, este monumento es un recordatorio constante del origen de la ciudad y del espíritu ilustrado de su fundador.
La Estatua de Alfonso X El Sabio conecta a quienes pasean por allí con un pasado lleno de historia, decisiones trascendentales y el deseo de construir una ciudad abierta, protegida y con identidad propia.
Detenerse frente a ella no solo es un gesto simbólico, sino también una forma de agradecer siglos de legado en el corazón de La Mancha.
En una ciudad sin costa, el agua también tiene su espacio para el ocio y el entretenimiento. Playa Park, en Ciudad Real, es uno de los recintos más conocidos cuando llega el calor y apetece desconectar entre toboganes, piscinas y zonas verdes.
Su ambiente familiar lo convierte en un punto de referencia durante el verano. Lo que más sorprende de Playa Park es su variedad. Desde zonas infantiles con juegos acuáticos hasta piscinas de olas o circuitos con flotadores, hay opciones para todos los gustos y edades.
Las áreas de sombra, las terrazas y la vegetación bien cuidada permiten pasar allí el día con comodidad, ya sea en pareja, con amigos o en familia.
A lo largo de los años, Playa Park se ha ganado un lugar especial en el calendario de ocio de Ciudad Real. Más allá del agua, ofrece un espacio donde la alegría, el movimiento y las ganas de pasarlo bien se contagian entre chapuzones y risas.
Un lugar donde el verano cobra forma, el ritmo se relaja y cada día se convierte en una pequeña escapada sin salir de la ciudad.
A pocos pasos de la catedral y en pleno entorno histórico, los Jardines del Prado se presentan como uno de los espacios verdes más elegantes y emblemáticos de Ciudad Real.
Con su trazado cuidado, fuentes ornamentales y una vegetación que cambia con cada estación, este parque urbano es un lugar ideal para pasear, descansar o simplemente dejar pasar el tiempo.
Entre sus caminos se mezclan palmeras, setos, bancos de hierro forjado y una amplia variedad de flores que aportan color y frescura al paisaje.
Los Jardines del Prado también están acompañados por edificios tan representativos como la Iglesia de Nuestra Señora del Prado, lo que les añade un valor patrimonial que va más allá de lo estético.
El ambiente es tranquilo y acogedor, perfecto para quienes buscan una pausa del ritmo urbano. A diario, familias, parejas y personas mayores llenan sus paseos con vida y rutinas que se repiten con calma.
Los Jardines del Prado son mucho más que un parque: son un punto de encuentro, un respiro en medio de la ciudad y un testigo silencioso de la historia local que sigue latiendo entre sus árboles y caminos.
Todo Perfecto, Ciudad Real es una ciudad pequeña con todas las comodidades que tiene una ciudad Grande.
Interesante Semana Santa. Muchos sitios para pasear. Mejorar la explicación de las ocho puertas de la antigua muralla de Ciudad Real
Una ciudad muy cómoda. La gente es super amable, tiene su encanto con la Plaza Mayor y otro tipo de monumentos religiosos. Se come de maravilla en la ciudad
La ciudad está bien tiene varios museos gratuitos y varios espacios que ver pero ofrece pocas posibilidades de ocio el domingo. Tampoco se ofrecen muchas visitas guiadas en invierno.
En 15 minutos estás en el centro histórico, con su catedral, casino, mercado de abastos, plaza mayor, ayuntamiento con aspecto singular y atractivo, tiendas y otras iglesias dignas de visitar. A 3 min la puerta de Toledo.
Una ciudad moderna. Lo hemos visitado por temas médicos. Tiene muchas zonas de ocio y un casco urbano moderno. Muy bonita la Plaza Mayor
Una ciudad muy completa que tiene de todo y con mucho ambiente muy recomendable para ir y conocerla
La ruta del Quijote, Daimiel, Almagro, Villanueva de los infantes y, en la capital, Parque arqueológico de Alarcos
Ciudad acogedora, con patrimonio, digna de visitar, unas de las grandes desconocidas.
Bien, no es para alabarla con mucha intensidad pero no està mal. Hay ir por el centro siempre a piè puesto que coger el coche es un caos aparte de un robo los aparcamientos que son muy caros.
Ciudad muy acogedora, con muchas zonas verdes, y bastante arboledas por toda la ciudad, poco aprovechada a nivel turístico.
Aquí encontrarás comentarios reales de clientes sobre los hoteles donde se han alojado en sus viajes ¡inspírate!
La cercanía del centro y la amabilidad del personal. Buena relación calidad precio en lo que se refiere al desayuno que es lo que teníamos contratado
La piscina
Las habitaciones grandes, espaciosas, limpias y bien mantenidas.El desayuno muy completo y variado. Facilidad para aparcar en el exterior, aunque el hotel tiene Garaje y nos lo ofrecieron gratuitamente, zona de ciudad real muy tranquila. Personal muy profesional y amable, el chico de recepcion al llenar el Domingo por la Tarde muy profesional y un encanto. Gracias por Todo. Volvere seguro.
Algo retirado para ir al centro de Ciudad Real pero nada que no se pueda solucionar.
El desayuno. La atención amable del personal. Comodidad de las camas. Aparcamiento gratuito. Muy buena ubicación. Gimnasio bien equipado
La alta temperatura de todo el hotel
8 hoteles
4 hoteles
15 hoteles
2 hoteles
2 hoteles
104 hoteles
5 hoteles
7 hoteles
6 hoteles
4 hoteles
5 hoteles
7 hoteles
8 hoteles
4 hoteles
72 hoteles
22 hoteles
104 hoteles
34 hoteles
41 hoteles
17 hoteles
932 hoteles
278 hoteles
109 hoteles
63 hoteles
36 hoteles
60 hoteles
17 hoteles
10 hoteles
124 hoteles
39 hoteles
35 hoteles
283 hoteles
13 hoteles
10 hoteles
11 hoteles
11 hoteles
110 hoteles
56 hoteles
22 hoteles
38 hoteles
24 hoteles
900 hoteles
250 hoteles
31 hoteles
33 hoteles
70 hoteles
13 hoteles
257 hoteles
65 hoteles
20 hoteles
97 hoteles
135 hoteles
32 hoteles
70 hoteles
45 hoteles
375 hoteles
27 hoteles
30 hoteles
26 hoteles
70 hoteles
273 hoteles
46 hoteles
36 hoteles
18 hoteles
78 hoteles
Una gran cuidad. Me ha encantado el centro todo peatonal, las tiendas de grandes marcas y el buen ambiente de la cuidad. Gran oferta en restauración y gastronomía. Con un personal muy amable. Nuestra estancia coincidió con la fiesta de la pandorga que nos encanto. También conocimos a la patrona.