Hoteles en Arona, Tenerife

Playa de Los Cristianos

Entre las joyas del sur de Tenerife, la Playa de Los Cristianos destaca por su combinación de tradición y modernidad. Ubicada en el corazón de la localidad que le da nombre, esta playa es un testimonio vivo del crecimiento de un antiguo pueblo pesquero convertido en destino turístico de primer nivel.

La Playa de Los Cristianos ofrece una extensa franja de arena dorada y aguas tranquilas, ideales para familias y para quienes buscan relajarse bajo el sol canario. Su proximidad al puerto añade un toque pintoresco, donde es común ver embarcaciones entrando y saliendo, aportando una atmósfera animada y auténtica.

Rodeada de un vibrante paseo marítimo, la Playa de Los Cristianos está flanqueada por una variedad de restaurantes, cafeterías y tiendas que invitan a disfrutar de la gastronomía local y de compras con vistas al mar. Además, su fácil acceso y servicios completos la convierten en una opción cómoda para todos los visitantes.

Visitar la Playa de Los Cristianos es sumergirse en un ambiente donde la historia y la modernidad coexisten en armonía, ofreciendo una experiencia inolvidable en el sur de Tenerife.

Montaña de Guaza

Quien busca paisajes únicos y vistas espectaculares tiene una cita ineludible con la Montaña de Guaza.

Situada entre Los Cristianos y Palm-Mar, esta formación volcánica no solo impresiona por su silueta imponente, sino también por la tranquilidad que transmite a quienes se animan a recorrer sus senderos. Es un espacio natural protegido donde el silencio y la inmensidad del paisaje hablan por sí solos.

Subir a la Montaña de Guaza es adentrarse en un territorio marcado por la historia geológica de la isla. A medida que se asciende, se puede observar cómo la vegetación típica del sur de Tenerife se adapta al entorno seco y rocoso.

Las vistas desde la cima son extraordinarias: el azul del océano, los tejados de Los Cristianos y, si el día está despejado, incluso el perfil de la isla de La Gomera.

Además de su valor natural, la Montaña de Guaza conserva vestigios de antiguos asentamientos y zonas de cultivo, lo que añade un interés cultural a la experiencia.

Ya sea para una caminata matinal o una excursión fotográfica, este rincón de Arona ofrece una conexión directa con la tierra y la historia de Tenerife.

Reserva Natural Especial del Malpaís de la Rasca

No todos los paisajes cautivan al primer paso, pero basta con adentrarse en la Reserva Natural Especial del Malpaís de la Rasca para sentir que se pisa terreno distinto.

Aquí, la tierra volcánica se extiende como una alfombra negra y silenciosa hasta tocar el azul profundo del mar. Es un escenario que parece detenido en el tiempo, perfecto para los que buscan una experiencia fuera de lo común.

La Reserva Natural Especial del Malpaís de la Rasca es ideal para paseos tranquilos entre tabaibas, cardones y senderos que se pierden en la inmensidad. El contraste de la roca oscura con el cielo despejado crea una atmósfera serena y poderosa. Caminando por sus rutas, uno puede escuchar el crujir del suelo bajo los pies, el canto ocasional de un ave, y el rumor constante de las olas al fondo.

Explorar la Reserva Natural Especial del Malpaís de la Rasca es acercarse a la esencia volcánica de Tenerife, a su origen más primitivo. No se trata solo de un espacio natural, sino de un lugar que invita a la contemplación, al respeto y al descubrimiento pausado. Una joya del sur que merece ser recorrida sin prisa.

Iglesia de San Antonio Abad

A veces, el alma de un pueblo se descubre en el silencio de sus templos. En Arona, ese lugar especial es la Iglesia de San Antonio Abad, un edificio que guarda siglos de memoria colectiva. Su apariencia discreta no impide que imponga respeto desde el primer momento, con muros robustos y un campanario que marca el ritmo pausado de la vida en el casco antiguo.

La Iglesia de San Antonio Abad es mucho más que un espacio religioso; es el centro espiritual de la comunidad y un símbolo de identidad. En su interior, el ambiente invita a detenerse, a contemplar la calma, y a dejar que el tiempo pase sin prisa. Cada detalle, desde sus altares hasta sus bancos de madera oscura, refleja el paso de generaciones que han encontrado aquí consuelo, celebración y esperanza.

Quienes visitan la Iglesia de San Antonio Abad descubren no solo un monumento, sino un pedazo vivo de la historia de Arona. Es un lugar que transmite paz, que conecta con lo auténtico y que deja una impresión duradera. Un espacio sencillo, pero profundamente significativo para entender la esencia del municipio.

Iglesia de Nuestra Señora del Carmen

En el bullicioso centro de Los Cristianos se erige la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, un templo que refleja la devoción y la historia de esta localidad costera.

Su arquitectura moderna y sencilla invita a la contemplación y al recogimiento, ofreciendo un espacio de paz en medio del dinamismo urbano.

La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen es más que un lugar de culto; es un punto de encuentro para la comunidad, donde se celebran misas, bodas y eventos religiosos que fortalecen los lazos entre vecinos y visitantes.

Su interior, luminoso y acogedor, alberga imágenes y detalles que narran la tradición marinera de la zona, rindiendo homenaje a la patrona de los pescadores.

Visitar la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen es adentrarse en el alma de Los Cristianos, descubriendo un espacio donde la espiritualidad y la cultura se entrelazan.

Ya sea para asistir a una ceremonia, admirar su arquitectura o simplemente encontrar un momento de tranquilidad, este templo ofrece una experiencia enriquecedora para todos los que cruzan su umbral.

Parque Central de Arona

En una zona conocida por su animación constante, el Parque Central de Arona sorprende por ofrecer un respiro lleno de vegetación, caminos tranquilos y rincones perfectos para desconectar.

Este amplio parque urbano se ha convertido en un lugar imprescindible tanto para quienes viven en la zona como para quienes buscan una alternativa a la playa y el bullicio.

El Parque Central de Arona destaca por su armoniosa combinación de naturaleza y diseño. Amplios senderos serpentean entre jardines cuidados, palmeras de distintas variedades, cactus, y zonas ajardinadas que reflejan la flora típica del sur de la isla. También cuenta con zonas de sombra, bancos para descansar, espacios para niños y zonas abiertas donde a menudo se organizan actividades al aire libre.

Además de su valor estético, el Parque Central de Arona es un lugar pensado para la convivencia, el deporte y la contemplación. Pasear por él es dejarse envolver por una atmósfera pausada y agradable, donde la arquitectura natural cobra protagonismo.

Ideal para una tarde tranquila, una caminata matinal o una pausa con vistas, este parque demuestra que incluso en las zonas más turísticas hay espacio para la calma y el disfrute cotidiano.

Pirámide de Arona

Cuando cae la tarde en Playa de Las Américas y las luces comienzan a encenderse, hay un lugar que destaca entre todos: la Pirámide de Arona.

Este moderno auditorio no es solo un edificio llamativo por su estructura, sino un verdadero templo dedicado al espectáculo y la emoción en vivo.

La Pirámide de Arona ha sido testigo de representaciones de primer nivel, desde espectáculos de danza flamenca hasta grandes conciertos y producciones internacionales. Su diseño elegante y su interior cuidadosamente acondicionado la convierten en uno de los espacios culturales más importantes del sur de Tenerife.

Cada butaca ofrece una experiencia cercana, envolvente, perfecta para dejarse llevar por la música, el movimiento y la magia del escenario. Pero más allá de lo artístico, la Pirámide de Arona representa un compromiso con la cultura dentro de una zona turística donde el ocio suele girar en torno a la playa.

Asistir a una función aquí es una forma de vivir la noche de otra manera, de sorprenderse y emocionarse en un entorno diferente. Si buscas algo más que sol y mar, la Pirámide de Arona te ofrece una experiencia cultural intensa, inolvidable y con sello propio.

Roque del Conde

Subir una montaña siempre deja huella, y más aún cuando el camino conduce a una cima que domina todo el sur de Tenerife. Así es la experiencia de caminar hacia el Roque del Conde, una de las elevaciones más emblemáticas cerca de Arona, donde la naturaleza se mezcla con la historia y el silencio acompaña cada paso.

La ruta comienza entre senderos polvorientos y antiguos bancales, con la vegetación típica del sur arropando al caminante. A medida que se gana altura, el horizonte se va abriendo: el mar, los barrancos, los pueblos, todo se hace pequeño desde esa atalaya natural. Y cuando por fin se alcanza la cima, la recompensa es total. El viento sopla con fuerza y la mirada se pierde entre el océano y las montañas.

El Roque del Conde no solo es un buen reto para los aficionados al senderismo; es también un lugar cargado de simbolismo. Se dice que aquí encontraron refugio los últimos guanches, lo que añade aún más valor al recorrido.

Subir hasta su cima es una forma de conocer otra cara de Tenerife: más salvaje, más íntima, más real. Si buscas una experiencia distinta en Arona, el Roque del Conde te está esperando.

Monkey Park

A las afueras de Los Cristianos, hay un lugar que sorprende por la cercanía que permite con el mundo animal. En un entorno tranquilo y bien cuidado, el Monkey Park ofrece una experiencia diferente, pensada para quienes desean conocer a los animales sin barreras visuales y en un ambiente relajado.

Este parque, especializado en primates y pequeños animales exóticos, es perfecto para visitar en familia o en pareja.

Caminar entre lémures o alimentar tortugas y aves tropicales se convierte en una actividad emocionante y educativa. A diferencia de otros espacios similares, aquí se promueve el contacto respetuoso, lo que permite observar de forma natural el comportamiento de las especies.

El Monkey Park no solo entretiene, también enseña. Sus recorridos breves y accesibles permiten disfrutar de cada rincón sin prisas, en un entorno que invita a la calma y al asombro. Ver de cerca animales que normalmente solo se observan tras cristales o vallas es una experiencia que queda en la memoria.

Si buscas una alternativa a las típicas atracciones turísticas del sur de Tenerife, el Monkey Park es una opción encantadora. Un lugar pequeño, pero lleno de vida, donde el respeto por los animales es el verdadero protagonista.