Hoteles en Pirineo Aragonés

Aguas Tuertas está situado en el término municipal de Ansó, al que se accede por la selva de Oza. Es verdaderamente un tesoro del Parque Natural de los Valles Occidentales, la cual se trata de un recorrido de ruta perfecto para hacer en familia.

Para llegar hasta Aguas Tuertas, se requiere una pequeña subida superando una caída de agua.

Podrás ver multitud de obras prehistóricas repartidos por sus valles y alrededores, lo cual ofrece una imagen espectacular. Estas construcciones parece ser originarias de alguna de las fases de la Edad el Cobre o Calcolítico. Además,  Aguas Tuertas tiene un dolmen al que da nombre y que suele ser uno de los puntos más fotografiados de toda la zona.

Lanuza es un precioso pueblo perteneciente a Huesca, en el Pirineo Aragonés, cuyo pueblo original, está bajo el agua. No obstante este lugar tiene un encanto y estilo montañés que te atrapará. Sigue siendo un bellísimo pueblo de piedra y pizarra gracias al esfuerzo de sus locales en un afán de recuperar lo que el embalse destruyó.

La calle Mayor es la principal. Si recorres sus calles, encontrarás rincones muy bonitos, con edificios rehabilitados manteniendo la arquitectura tradicional de esta zona de Aragón junto a los Pirineos.

No te pierdas la Iglesia del Salvador, un templo religioso del siglo XIX edificado con los mismos materiales que el resto del pueblo.

Contempla el embalse de Lanuza y disfruta de algunas de sus múltiples rutas.

El Monasterio de San Juan de la Peña está situado en Botaya, a unos 20 kilómetros de Jaca.

Se trata de un edificio de la época medieval y tiene diferentes estilos artísticos. De esta manera, la iglesia es de estilo prerrománico y el Panteón de los Nobles, el claustro y la iglesia alta es de estilo románico. En el caso de la capilla de San Victorián, se trata de estilo gótico y el Panteón Real del neoclásico.

Aunque lo más llamativo de él es que está cubierto por una enorme roca, como si fuese una cueva.

Está declarado como Bien de Interés Cultural en 2004 por el Gobierno de Aragón.

Se debe tener en cuenta que, para llegar acceder al monasterio desde Santa Cruz de la Serós (Conjunto Histórico Artístico del Camino de Santiago), hay que hacer el recorrido en uno de los autobuses de la Gestora Turística que gestiona el monasterio y su entorno.

La Cascada del Sorrosal situada en el camino entre Fragen y Broto, es un salto de agua que representa un atractivo espectacular para los turistas que visitan esta zona próxima al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Es una auténtica obra de arte natural formada por el hielo de un glaciar y el agua de un torrente.

Las vistas son espectaculares y se puede llegar hasta la misma base de la cascada. Además existe una vía ferrata para los más atrevidos.

El Castillo de Ainsa, es un conjunto amurallado franqueado por cuatro torreones y es de los siglos XI y XII.

Originalmente estaba rodeado por un foso y solo se podía entrar por el puente levadizo. Este puente daba y da acceso al magnífico patio de armas.

Hoy en día también se puede acceder por la Plaza Mayor al Castillo.

No te pierdas las vistas del Castillo, ¡son increíblemente impresionantes! Podrás ver la Peña Montañesa y parte de los picos del Pirineo Aragonés. Además, la unión del Castillo con estos montes hacen una imagen única.

La ex Catedral de San Vicente de Roda de Isábena se comenzó a construir en el año 956 por orden de Ramón II, conde de Ribagorza y finalizó en el siglo XVII. Es de estilo románico y actualmente es una iglesia parroquial.

Es sin duda la joya más importante del pueblo, tanto que la catedral fue saqueada en 1979 por Erik el Belga, un famoso ladrón de arte en Europa.

En su interior hay tres criptas, una de ellas con los restos de San Ramón en un sepulcro esculpido en el siglo XII. También podrás admirar pinturas románicas del mismo siglo, de las cuales hay que destacar la del Pantocrátor.

Una de las cosas que más atrae de ella, es el maravilloso claustro, construido en el S.XII en cuyo centro se puede ver un gran aljibe.

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está situado en Huesca, en el corazón del Pirineo Aragonés.

En él se podrás disfrutar de multitud de rincones, paisajes y rutas que harán que te enamores de esta ella, además de disfrutar al máximo de la naturaleza.

No te pierdas algunas de sus impresionantes cascadas como la Cascada de la Cueva o la del Estrecho.

Las Gradas de Soaso son varias cascadas unidas y forman uno de los paisajes más bellos del Parque Nacional. Merece la pena verlo, aunque ten en cuenta que será unas 3 horas de caminata aproximadamente.

Otro de los sitios más visitados del parque es el espectacular Cañón de Añisclo y sus miradores, te llevarás unas fotografías inolvidables.

Visita la Garganta de Escuaín, adéntrate en ella y vive la naturaleza.

La Estación Internacional de Ferrocarril de Canfranc, más conocida como la antigua estación de Canfranc es un imponente edificio con multitud de detalles arquitectónicos de diferentes estilos, que se concibió como gran escaparate de España ante los visitantes extranjeros.

Se creó un paso fronterizo a través de los Pirineos para poder comunicar España con Francia. Aprovechándose la línea que unía Tardienta con Huesca y Huesca con Jaca. Así, tan sólo fue  necesario unir mediante el ferrocarril, a Jaca con Canfranc y abrir el túnel de Somport (finalizado en 1914), situándola en el valle de los Arañones.

Hoy en día, el edificio se encuentra cercado y el acceso es limitado solo a visitas guiadas. No obstante, es posible pasear por los muelles, observar el depósito de máquinas, con su estructura metálica, y las diferentes grúas que aun permanecen a los lados de las vías.

Los Mallos de Riglos son montañas con formas geológicas sin vegetación alguna, posiblemente por falta de agua. Unas impresionantes paredes verticales de color tierra, que da la sensación de estar protegiendo al pueblecito que se encuentra a sus pies llamado Riglos.

Debido a las formas de cada "mallo", reciben un nombre como: el cuchillo, la magdalena o el puro.

Es sin duda un paraíso para montañeros y escaladores.

No te pierdas la imagen de las Mallas de Riglos al atardecer, en el que se unen el color anaranjado del sol junto al color rojizo de las montañas.