Hoteles en Calella

Para disfrutar de una de las playas más bellas de Barcelona es recomendable conocer la Playa de Calella, un lugar tranquilo con aguas cristalinas y con todos los servicios necesarios para disfrutar de un día de playa con todo lo necesario.

La playa de Calella está situada en pleno Maresme y está dividida en tres: la Playa de las Rocas, Playa de Garbi y Playa Gran, tres zonas concurridas pero a la vez tranquilas.

Este conjunto de playas disponen de: zonas de ocio, bares y restaurantes donde poder disfrutar de las delicias de la cocina mediterránea.

El paseo marítimo de Calella es un lugar muy tranquilo donde poder encontrar una gran variedad de actividades. En un extremo del paseo tenemos la entrada principal a la playa, donde todos los turistas y no turistas encuentran allí un lugar de diversión sin precedentes. Mientras caminamos nos podemos cruzar con los chiringuitos típicos de Calella. Podemos hasta encontrar bares de playa los cuales nos ofrecen sofás y almohadas además de servicio en la arena a un precio nada fuera del alcance. Mientras llegamos al final del paseo vamos entrando en una atmósfera más tranquila y tradicional. Un lugar privilegiado para pasear junto al Mediterraneo.

Desde su origen en el siglo XVII, el edificio del Museo Archivo Municipal de Calella Josep M. Codina i Bagué ha ido cambiando de usos a lo largo del tiempo, hasta convertirse en un importante equipo cultural de Calella. Las colecciones que acoge transmiten la historia del municipio a través de materiales arqueológicos, cerámica popular, maquinaria textil, herramientas de oficios tradicionales y vestidos y blondas, entre otras piezas. Los visitantes siguen un recorrido que se inicia con los restos de época romana y acaba en la importancia que tuvo para la ciudad la industria de los tejidos. Muchas familias del municipio han donado ropa, desde bordados o encajes de bolillo hasta casacas antiguas. Una de las joyas del museo es la antigua farmacia Barri, de época modernista, de la que se conservan tarros de boticario, balanzas de precisión, morteros o densímetros. Además, en la trastienda hay tarros de cerámica, frascos y tubos de ensayo.

En 1528 se adquirieron los terrenos para la construcción del la Iglesia de Santa Maria y San Nicolás, consagrado en 1564. Esta primera iglesia se derrumbó en 1747 como consecuencia de la caída del campanario, y fue reconstruida de nuevo en 1756 y ampliada en 1785. La iglesia fue sufrió durante la guerra civil importantes daños, y fue restaurada entre 1940 y 1951 siguiendo el proyecto de Jeroni Martorell. Es el referente católico en Calella, en torno a ella se organizan algunas fiestas.

Sigue el estilo barroco y neoclasicista, en su interior vemos ricos elementos decorativos como retablos y algunas esculturas de los santos. El edificio tiene planta con forma de cruz latina, de una nave de 49 metros de largo, con cúpula sobre el crucero y capillas laterales entre los contrafuertes. Campanario de 42 metros de altura de base cuadrada, con cuerpo superior octogonal.

El Parque Dalmau en Calella es un punto de reunión y recreo para familias y vecinos. Los más pequeños disponen de diversos espacios para jugar y todo el mundo puede disfrutar de su vegetación mediterránea siguiendo el itinerario botánico o descansando en sus bancos y porches. Conocido localmente como: Parc Dalmau, lleva el nombre del alcalde que en 1929 decidió comprar la finca, las casas que había, la huerta y la pineda conocida como Can Pelayo. Jeroni Martorell, que era el arquitecto municipal, diseñó este gran espacio, que cuenta con más de diez hectáreas.